PARÍS, Francia
Una de las más importantes ciudades de Europa, pensar en París es tener en la mente, cultura, arte, cafés, gastronomía, moda, luces, la torre Eiffel, jardines y rincones románticos, ¿será tan especial la ciudad de las luces y el amor?
Una mañana en París…
Levantarte descansada e ilusionada y tomar un desayuno con fruta, café o té, tortitas y pastelitos del lugar para comenzar una visita a la capital de Francia con ganas y energía, es una de las mejores actividades que puedes realizar en tu vida y, si lo haces bien acompañada, se convertirá en algo inolvidable.
Los cruasanes en todo el país son espectaculares, un francés no se come un cruasán del día anterior, las boulangeries o pasticcerie están abiertas desde las 7.00 o 7.30 de la mañana, no te puedes descuidar porque igualmente cierran pronto por la tarde, a las 20.00 horas ya están todas cerradas.
Los cruasanes en todo el país son espectaculares.

Intenta encontrar un hotel céntrico, el hotel 7 Eiffel by Malone en la rue Amélie, cercano a la Torre Eiffel es una buena opción. Reservando en su web, incluye el desayuno en horario de 7.00 a 10.30 que facilita el itinerario del día. Recomiendo que pidas té verde, las creps pequeñitas dulces y, las chouquettes, elaboradas con pasta choux, una masa típica francesa y espolvoreadas con granos de azúcar gorditos, parecen buñuelos ligeros sin relleno, tengo que decir que las descubrí en el hotel el primer día y fueron mi constante en el desayuno. Me parece entender que se comen también de merienda, recomiendo que las pruebes, si no te llaman la atención, siempre te quedarán como opción los cruasanes y las creps.

La ubicación del hotel te hace llegar a la Torre Eiffel caminando en un cuarto de hora y, ¡lo mejor!, te posibilita el acercarte a diferentes horas del día y ver el monumento desde distintas localizaciones y con diferente iluminación, no tengo la menor duda de que te conquistará la Torre, conmigo lo hizo.

No tengo la menor duda de que te conquistará la Torre Eiffel, conmigo lo hizo.
Objetivo principal del día, visitar el museo D’ Orsay, un sueño desde hace tiempo y visita imprescindible si amas o valoras la pintura impresionista, otro deseo, conocer e ir descubriendo la ciudad callejeando.

Nada más dejar el hotel la ciudad comienza a mostrarte sus rincones, al girarte la Torre Eiffel te vuelve a sorprender. En poco tiempo llegas a “Les Invalides” o Los Inválidos, impresiona la extensión del complejo, la cúpula y sus cañones.

Se puede coger una entrada y visitar el museo del ejército y de historia, así como estar ante los restos de Napoleón Bonaparte trasladados desde la isla de Santa Elena donde estuvo exiliado. Frente a la entrada principal se observa la Av. du Marechal Gallieni y el precioso y dorado Pont Alexandre III, que atraviesa el Río Sena y llega hasta el Grand y el Petit Paláis.

Los Inválidos, puente, palacios, … puede ser mareante el pensar en todo lo bonito que hay que ver en París, hay que decidirse y … ¡siempre se puede dejar un próximo viaje para lo que nos quede pendiente!
Al seguir tu camino encuentras bonitos edificios, los típicos de las películas con sus buhardillas y balcones de flores, también palacios convertidos en embajadas, puedes entretenerte adivinando de qué países son observando sus banderas, otro palacio se ha convertido en la sede principal de la firma Yves Saint Laurent.

Llegada al fin al museo D´Orsay, propósito de la mañana y destino final del viaje a París desde hace tiempo.
Observa el entorno y mira los bonitos edificios, frente a las colas de entrada se encuentra el Museo de la Legión de Honor y de las órdenes de caballería, gratuito, palacio abierto después de la Primera Guerra Mundial referencia en condecoraciones y medallas, colecciones y tesoros si aprecias la historia y eres curioso. Creo que va a ser otro tema pendiente para mi próximo viaje a París.
El museo D´ Orsay espera con sus puertas abiertas, el edificio es enorme y precioso.

El museo D´ Orsay espera con sus puertas abiertas, el edificio es enorme y precioso, hay colas de personas deseando entrar.

La entrada general normal es de 16 euros, aunque si se quiere ir ahorrando con las entradas de todos los monumentos de interés de París, recuerda que el primer domingo del mes es gratis y es necesario que “compres-reserves” esa entrada gratuita el mes anterior.
Las colas avanzan deprisa y en orden, también es rápido el control de seguridad, arco y cinta.

Una vez que se entra en el museo, este no decepciona, las reseñas indican que se ha construido en una antigua estación de ferrocarril. En el piso bajo, nada más entrar o si organizas la visita de otra manera, al salir, un vídeo te relata la historia y te muestra los cambios realizados en la terminal hasta el momento de convertirse en una de las pinacotecas más bonitas e importantes del mundo. ¡Suerte que no la demolieran como llegaron a pensar!

Disfruta al máximo de tus obras y pintores favoritos sin dejar de admirar lo que encuentres de camino.
Ida o vuelta al impresionismo según tu recorrido, encuentras el Café Campana que te sorprenderá y encantará por diseño Art Nouveau y aspecto acogedor. No miré los precios porque quería aprovechar el tiempo al máximo, así que no puedo decirte si son muy altos para tomar un café o una comida.

Aquí va una muestra de algunas de las obras que hacen que el museo D´ Orsay sea una visita imprescindible si tienes la oportunidad de conocer París…




Finaliza el recorrido por las obras más importantes del museo D´ Orsay, contempla sus esculturas dentro y fuera, su edificio junto al Sena y, un poco más allá los jardines de Luxemburgo.

En una mañana puedes darte cuenta de lo especial que es París, ya en mente, la idea de regresar una tercera vez y repetir la visita al D´ Orsay.
Me siento contenta y afortunada porque … ¡no todos los días se cumplen sueños!

